Uno de los mayores misterios de este mazo, es la duplicidad del loco.
Dos veces cero, sigue siendo cero, y los dos locos son dos caras de la misma moneda. El loco que viaja con su báculo y su perro, el que marca el inicio del viaje, y camina despacio sin apuro, es el loco terrenal. El loco que se lanza a la aventura tan emocionado como desenfocado. Necesita del báculo y sus pies descalzos para recordar que aunque sin rumbo, sigue perteneciendo al plano de lo mortal. El loco aventurero, con su perro como compañero, el que lo trae devuelta al mundo, cuando solo anda mirando al frente sin ver el horizonte. Cada paso que da, deja al anterior detrás, y ese pasado aunque tira de la ropa, no es más, que un sentimiento animal, el loco no piensa hacia adonde, sino simplemente, hacia adelante.
Pero esa energía desbordante de aventura, ese parloteo sinfín con su perro como interlocutor, es un viaje también hacia adentro.
Cuando uno pregunta y se responde, aparece la figura del espejo, el loco sin cara. Un espejo que nos apunta a nosotros y nos responde con burla, un arlequín vacío, unos cascabeles que suenan a cada paso. Este loco, representa la parte interna del caminante, lo inconsciente que tintinea en cada palabra. En la oscura profundidad de su cabeza, el loco necesita oírse para recordar que vive fuera de lo etéreo del pensar. Aquí no son los pies los que nos devuelven al mundo, sino nuestro reflejo, que nos mira desafiándonos, sabiendo que somos mucho más que lo que nos animamos a verbalizar.
En el tarot tradicional, el caminante es el estallido, el chispazo del ego, pero se olvida, de que el loco vive en constante dialogo consigo mismo, y que ese espejo es la puerta de entrada a lo oculto, y es, desde ese lugar, en el camino de las tinieblas hacia la luz, que emerge el mago para dar inicio al viaje.
¿Cómo usar los dos locos?
El mazo se puede usar con las 23 cartas o eligiendo un único loco para las tiradas.
El loco caminante podrá usarse para hablar del aspecto terrenal y material, de las acciones concretas. Y el loco del espejo, será una invitación a indagar en lo inconsciente.
Para conocer mejor al loco del espejo, podemos jugar a emparejarlo con cualquier carta que posea un foco de oscuridad y preguntarnos como interviene esa energía con la imagen del otro arcano
A continuación encontraras algunas preguntas de ejemplo:
1. El mago - ¿Desde dónde ejecuta su potencia el mago?
2. La papisa - ¿Qué es esta luna que transforma la materia en liquido?
3. La emperatriz - ¿Es el jardín que crece a nuestro alrededor, además de hojas y flores, las malas hierbas que cultivamos internamente?
4. El emperador - ¿De qué esta construido nuestro castillo interno? ¿Con qué hemos llenado las grietas que lo sostienen?
5. El papa - Aquello que nos acerca a lo divino, ¿No nos acerca también a lo profano?
6. Las Enamoradas - ¿Es el destino, o son mis elecciones?
7. El carro - El caballo negro, conducido por las riendas de lo consciente, ¿Corre más rápido que el caballo de las consciencia conducido por lo inconsciente?
8. La justicia - ¿Qué me mantiene en equilibrio? Entre el mercurio (principito femenino) y el azufre (p. Masculino), que se necesitan mutuamente para transmutar, ¿En dónde me encuentro yo?
9. El ermitaño - ¿Volví al estadio del cero, puedo ahora en vez de mirarme al espejo, mirar hacia adentro?
10. La rueda - ¿Es el día, la noche, o es mi propio destino manifestado en acciones?
11. La fuerza - En la cascada del pelo oscuro, en ese sacar hacia afuera, y abrir la boca, ¿Qué secretos guarda esa fuerza?
12. El colgado - En el goce de la espera y la inacción, ¿Qué me trajo meter la mano en lo inconsciente?
13. La muerte - ¿Qué ha acabado con lo anterior? ¿El filo oscuro de la guadaña o la naturaleza desbocada de lo interno?
14. La templanza - ¿Puedo detenerme a calmar las aguas?
15. El diablo - ¿Qué puedo hacer para liberar eso que callo y me avergüenza?
16. La torre - ¿Qué epifanía ha sacudido tu quietud?
17. La Estrella - ¿Tiene sentido sobre pensar?
18. La luna - ¿A qué le temo más: a lo que pueda pensar o a lo que no me animo a hacer?
19. El Sol - Cuando recuerdo mi niñez, ¿Qué se ilumina en la oscuridad?
20. El juicio - ¿Ha llegado la hora de pedir ayuda?
21. El mundo - ¿Estoy realmente segura, o simplemente evadiendo lo que existe por fuera de mí?